lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Amor o sexo?

Está claro que no es lo mismo hacer el amor, que echar un polvo. Hay gente que piensa, o que se obliga a pensar, que hacer el amor es lo mismo que el sexo, y eso no es así.

En primer lugar cuando haces el amor, los sentimientos hacia la otra persona se ven implicados, el trato va más allá que el simple y puro sexo, añadiendo una conexión especial. Sin embargo el sexo es eso, sexo. Sexo salvaje, suave, rápido o que dure horas, pero al fin y al cabo una serie de necesidades y ansias que desembocan en puro deseo; placer. A veces esto se ve traducido también en cierto egoísmo. ¿Hay algo peor que el egoísmo sexual? Pero bueno, ese es tema para otro momento.

Pero todo no es blanco o negro. Hay una amplia gama de grises porque los seres humanos tienen emociones que, para bien o mal, influyen de modo sorprendente y muchas veces inesperado en las relaciones. ¿Cuántas veces una relación de puro sexo ha acabado con sentimientos de por medio? 
Típico de: Bah, es un polvo, una alegría y nada más. Y de pronto te ves pensando en un futuro o dando cariño a alguien que veías como un pene o dos tetas.

O viceversa, claro. ¿Cuántas veces se ha acabado el amor, o que las ganas de seguir con alguien se basen principalmente a la cama?

¿Hacer el amor ata, o el sexo libera?

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