lunes, 29 de noviembre de 2010

Cuestión de tiempo

"Que rápido pasa el tiempo". ¿Hay frase más escuchada?

Pero si tan rápido pasa, y tan efímero es todo, ¿por qué es tan importante la edad, o la diferencia de ella, entre las personas? ¿Qué nos hace obsesionarnos y darle tan importancia a los años, meses, días?

Quizás sea la necesidad que tenemos de ir acorde con el resto del mundo, el miedo a envejecer, o el miedo a avanzar demasiado rápido. Pero realmente, ¿qué son dos años menos, cuatro más, ocho o doce?

Doce, eh? Suena a mucho, ¿verdad? A eso me refiero.

Sin embargo he de reconocer que el intervalo de edad en determinadas etapas es mas palpable. Me refiero a la adolescencia, si. Cada vez más niñas, en la mayoría de los casos, de escasos quince años se pueden ver adelantándose al resto. Pero... ¡que hipócrita es esta entrada!

¿O igual no?

A estas alturas aún estoy intentando aprender que la edad es algo más que días, meses o años. Que 17, 18, 19 o 20 son números simbólicos para llevar la cuenta de nuesra vida, pero que en muchas ocasiones no distan  mucho del grado de experiencia, vivencias o cómo lo querais llamar de los 21, 22 o 26.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Amigos de amigos

Estaréis de acuerdo conmigo en que cada vez que se empieza una relación se hace con ganas, esperando vivir momentos inolvidables y dar esa persona todo lo que este a tu alcance.
Cuando esto se acaba nuevas personas empiezan a llegar a tu vida y puede que alguna de ellas empiece a formar parte de tu día a día. ¿Y qué pasa si esa persona es amiga de la anterior?

El ser humano por naturaleza es posesivo, a nadie le sienta bien que le quiten lo que un día fue suyo. Aunque ya no sientas nada especial por esa persona si alguien cercano a ti se empieza a interesar o acercar a ella, no te sienta bien. Te parece que es de tu propiedad y que si algún amigo intenta algo es una falta de respeto.
Pero desde un punto de vista más frío, podemos ver que la primera relación ya terminó y que nadie debe nada a nadie. Aún así es muy difícil aceptarlo y entender que no tienes derecho a enfadarte.

Comparémoslo con esa camiseta que tienes en el fondo del armario.

Después de ponerte la camiseta con toda la ilusión del mundo 585 veces la metes al armario y cada vez está más al fondo por su desuso. Es entonces cuando ves a una amiga tuya con la misma camiseta. Sientes rabia, como si sólo tu tuvieras derecho a tenerla.
Es difícil aceptar que hay más gente que la tendrá, pero no puedes hacer nada frente a esta situación; más que pararte a pensar en por qué dejaste de ponértela.
Y, por qué no, irte de compras.


:)


jueves, 25 de noviembre de 2010

¿Sexo o chocolate?

¿Cuántas veces hemos oído que dicho alimento es sustituto del sexo?
Os lo respondo: MILES

¿Se puede saber a quién narices se le ocurrió semejante sandez? Desde luego aquí se podría aplicar el dicho de... Quien no se consuela es porque no quiere.

El mito viene de que el chocolate también libera estrés, pues ayuda a generar endorfinas, que son sustancias del cerebro para hacerte sentir bien y a activar tu ánimo. Aún así, las endorfinas que se generan en un buen acto sexual no se comparan ni con treinta tabletas...
Sin embargo buscando un poco por Internet, he descubierto 20 razones por las que el chocolate es incluso mejor:

1 El chocolate es mejor porque si no esta duro, satisface de la misma forma.
2. Uno puede comer chocolate en el auto sin ser interrumpido por los policías.
3. Se puede comer chocolate delante de los padres.
4. Si se. muerde con fuerza, el chocolate no grita ni reclama.
...
9. Al chocolate no le importa si se es virgen o no.
10. Uno puede comer chocolate cualquier día de la semana en cualquier momento y en cualquier sitio.
11. Uno nunca es muy joven o muy viejo para comer chocolate.
...
13. El tamaño del chocolate no importa, lo que importa es el placer que proporciona.
14. No duele comer chocolate por primera vez.
...
18. Nadie termina una relación por falta de chocolate.
...

http://www.tonterias.com/2005/03/que-es-mejor-el-chocolate-o-el-sexo/

Lo dicho, a falta de una tableta masculina, buena es una chocolateada.

Erotismo

Definición gráfica.


domingo, 21 de noviembre de 2010

Abstinencia

Todos nos hemos planteado alguna vez intentar hacerlo, intentar pasar un determinado periodo de tiempo sin sexo para conseguir algo, pero... ¿Qué es lo que queremos conseguir?

Algunos se lo plantean por el simple hecho de querer demostrar a alguien o a si mismos que pueden pasar ese tiempo sin el placer que el sexo les proporciona. Otros pueden hacerlo como forma de intentar olvidar algo o alguien que ha podido causar un mal recuerdo. La última explicación que se me ocurre es la de querer centrarte cuando estas desmadrada, pensando que así verás las cosas más claras; ya que terminamos por creernos que el sexo lo complica todo.

Las razones pueden derivar en muchas más, aunque no sé cuántas de las personas que se lo plantean terminan por hacerlo. Puede estar bien no andar de flor en flor, pero si te apetece, se te plantea la oportunidad y no tienes ningún compromiso ¿Por qué vas a evitarlo? ¿Por qué te vas a quedar con las ganas?

En mi opinión es fácil pensar en la teoría (X días sin sexo, yo puedo), pero estaría bien ser capaz de no sentirte mal si a la hora de la práctica la cosa no va como habías pensado; al fin y al cabo el estado de ánimo varía y las ganas también.


Es mejor arrepentirse de haber hecho algo, que arrepentirse de no haber hecho nada

lunes, 15 de noviembre de 2010

Seda o cuero


Dos palabras bastante gráficas, ¿no creéis?
Está claro que todo depende del momento, y que si siempre optáramos por un material la situación se convertiría en monótona. Por mucho morbo que den unos golpes, tirones o mordiscos, con un uso constante terminarían por dejar de excitar.
Y con las caricias pasa exactamente lo mismo. Tener sexo de forma tierna y cariñosa a veces satura, como desayunar todos los días un tazón de chocolate caliente.
No obstante cada persona se ve atraída por uno de los dos, y luchar contra ello es imposible ya que tarde o temprano esta represión termina saliendo a la luz en cantidades industriales.
Toneladas de cariño o toneladas de espíritu dominador.
¿Y tú, qué eres?

jueves, 11 de noviembre de 2010

Regalices

Como cuando dices:

- No, si a mi no me gusta el regalíz rojo. Sólo el negro, y a lo sumo el azul ese.
- ¿Seguro? Mira que no sabes lo que te pierdes...
- Si, ¡claro! Si no se yo lo que me gusta, ¿quién lo va a saber?

Entonces llegas a casa y dices, veenga... y zas! Lo pruebas y efectivamente, te gusta. No, no te gusta, te encanta, y desde ese momento hubieras deseado hacer caso a tu mente cerrada o a tu inexistente sentido aventurero y no haberlo probado, porque desde ese instante se vuelve una adicción. 

Sueñas con regalíz rojo, y cuando te levantas, lo haces con ganas del maldito regalíz. Cuando no sueñas, le das vueltas constantemente, como el anuncio aquel de... No pienses en un oso blanco

¿Y qué pasa con el regalíz negro? ¿Y con el de pica-pica? ¿Y el de colorines? ¿Y el de melocotón? ¿Y el blandito ese?
Nada. Eso pasa. Que aunque te pongan una gran caja con el surtido más variado que te puedas imaginar, los probarás, vale, pero...

Querrás regalíz rojo

martes, 9 de noviembre de 2010

Aceite, cama, cámara

La percepción que cada uno de nosotros tenemos respecto a adjetivos, sustantivos, adverbios y todo tipo de palabras que constituyen el mundo en el que vivimos, es diferente. Cada uno, según su estado de ánimo, vivencias, y las ganas con que mire las cosas interpretará de una manera u otra los aspectos que en ese momento lo rodean.

El otro día a modo de experimento sociológico, fui a un grupo de gente variada y pregunté qué era lo primero que les venía a la cabeza al escuchar las siguientes palabras: rojo, palo, verano, aceite, cama y cámara.
A decir verdad, esperaba respuestas más variadas, y debe ser que yo soy una pervertida, ya que pocos asociaban las palabras con temas sexuales. Con bola me encontré asociaciones como: billar, bolos o pelota; y con rojo la cosa fue desastrosa: ¡sangre, corazón, movimiento, izquierda, trapo y labio!

Espero al menos que al leer el título alguien se haya imaginado que iba a contar una historia o vivencia sexual... Si no es así, creo que es hora de empezar a plantearme seriamente mirarme lo mío.


¿Ver el doble sentido sexual de todo significa un alto grado de perversión? 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Signo de admiración


¡Quiéreme!

Manifiéstate de súbito. Choquémonos como por arte mágico en el Bukonbski un miércoles. Pidámonos disculpas. Intentemos tirar el muro gélido diciéndonos las cuatro cosas típicas. Invitémonos a bebidas alcohólicas. Escúchame decir cosas estúpidas y ríete. Sorpréndete valorándome como oferta sólida.

Y a partir de ahí, ¡quiéreme!

Acómpañame a mi triste habitáculo. Relajémonos y pongamos música. De pronto, abalancémonos como bestias indómitas. Mordámonos, toquémonos, gritémonos. Permitámonos que todo sea válido. Y sin parar follémonos, follémonos hasta quedar afónicos, follémonos hasta quedar escuálidos.

Y al otro día, ¡quiéreme!

Unamos nuestro caminar errático. Descubramos restaurantes asiáticos. Compartamos películas. Celebremos nuestras onomásticas regalándonos fruslérías simbólicas. Comprémonos un piso. Hipotequémoslo. Llenémoslo con electrodomésticos y regalémosle nueve horas periódicas a trabajos insípidos que permitan rellenar el frigorífico.

Y mientras todo ocurre ¡solo quiéreme!

Continua queriéndome mientras pasan espídicas las décadas. Dejando que nos arrogen al hospital geriátrico. Inválidos, mirándonos sin más fuerza ni diálogo que el eco de nuestras vacías cáscaras.

¡Quiéreme!

Para que pueda decirte cuando vea la sombra de mi lápida ojalá, ojalá como dijo aquel filósofo el tiempo sea cícilico y volvamos reencarnándonos en dos vidas idénticas. Y cuando en el umbral redescubierto de una noche de miércoles pretérita, tras chocarme contigo girándote me digas "Uy, perdóname". Ruego que permita el Dios auténtico que recuerde el futuro de este cántico. Y anticipándolo pueda mirarte directo a los ojos. Y conociéndolo muy bien y sabiendo el devenir de futuras esdrújulas destrozando de un pisotón mi brújula te diga solo "quiéreme"...

Signo de admiración - Capman
http://www.youtube.com/watch?v=WqSW7dxCeQo

Cantidad o calidad

Al leer esto nos pueden venir a la mente diferentes variables; Tamaño, tiempo, expectativas, periodicidad…  Si se os ocurre alguna mas, comentad J

Hablemos del tamaño. Creo que es ampliamente sabido que la longitud no importa, así que situemos la cantidad en el grosor.  El tamaño del miembro está sobrevalorado (sobre todo por ellos), es decir, no voy a negar que sea relativamente importante, pero no lo es todo. Un tamaño generoso y mal usado, es peor que uno menor y apañado, además hay más factores como la actitud, el aguante, la maña en sectores orales o manuales y un amplio etcétera.

En cuanto al tiempo, ¿qué es preferible, un polvo corto pero intenso o largo pero mediocre? Hay bastantes quejas femeninas respecto al tiempo, a que es demasiado tiempo. Sí, he dicho demasiado. Claro que también las hay en cuanto al escaso tiempo, pero esas están más oídas. Mucho tiempo en el tema conlleva una cierta resistencia, ganas y lubricación, que debo recordar que esta última NO solo depende del género femenino. 

Expectativas. Apariencia o un pues me han dicho que… Influye de sobremanera. 
Periodicidad… No es lo mismo comer una caja de bombones un día por puro antojo, que estar comiendo cajas día sí, y día también.

En resumen, que este tema da conversación para rato, pero al fin y al cabo depende de los gustos de cada persona, ya que cada persona somos un mundo, pero tú... ¿qué prefieres?

¿Cantidad o calidad?

¿Amor o sexo?

Está claro que no es lo mismo hacer el amor, que echar un polvo. Hay gente que piensa, o que se obliga a pensar, que hacer el amor es lo mismo que el sexo, y eso no es así.

En primer lugar cuando haces el amor, los sentimientos hacia la otra persona se ven implicados, el trato va más allá que el simple y puro sexo, añadiendo una conexión especial. Sin embargo el sexo es eso, sexo. Sexo salvaje, suave, rápido o que dure horas, pero al fin y al cabo una serie de necesidades y ansias que desembocan en puro deseo; placer. A veces esto se ve traducido también en cierto egoísmo. ¿Hay algo peor que el egoísmo sexual? Pero bueno, ese es tema para otro momento.

Pero todo no es blanco o negro. Hay una amplia gama de grises porque los seres humanos tienen emociones que, para bien o mal, influyen de modo sorprendente y muchas veces inesperado en las relaciones. ¿Cuántas veces una relación de puro sexo ha acabado con sentimientos de por medio? 
Típico de: Bah, es un polvo, una alegría y nada más. Y de pronto te ves pensando en un futuro o dando cariño a alguien que veías como un pene o dos tetas.

O viceversa, claro. ¿Cuántas veces se ha acabado el amor, o que las ganas de seguir con alguien se basen principalmente a la cama?

¿Hacer el amor ata, o el sexo libera?