viernes, 11 de marzo de 2011

Cuatro palabras

Todo estaba gris y frío. De pronto, algo se iluminó mediante palabras acompañadas de una sonrisa: “Sabes que estoy aquí”. Junto a una cálida mano en el hombro y un regaliz de esos que suben el ánimo a cualquiera.

En cuestión de segundos su solitario mundo se tuvo que ampliar para hacer sitio a otra persona, porque eso es lo bueno de estas cuatro palabras, que tienen la capacidad de estirar nuestro universo como una goma, dejando sitio siempre para alguien más. 

viernes, 18 de febrero de 2011

Oreos bañadas con chocolate blanco

Descubro un extraño bultito en mi axila. Voy al médico y me dice que parece sospechoso y que es necesario hacer una biopsia. Después de esperar durante una semana los resultados, se descubre que el tumor es benigno.

Pasaré uno de los días más maravillosos de mi vida y festejaré con mis seres queridos mi rebosante salud...

Éste es el absurdo. Un día antes de descubrir el tumor, yo no estaba ni un poquito más sano que el día en que el médico me confirmó que el tumor era benigno. Nada ha cambiado en mí, y es evidente que el paisaje es el mismo. Pero los ojos que miran el horizonte, si, ellos han cambiado.

domingo, 30 de enero de 2011

Tensión sexual no resuelta

Hay atracción. Pero no sólo física, sino también psicológica. Es decir, ese sentimiento que tienes cuando te atrae alguien y no sabes por qué. Ese no se que, que que se yo ¿verdad?

Pero claro, es sólo atracción. Momento sexual puro y duro. 
Ahora pueden darse dos casos:
a) Que sea mutuo
b) Y que no
(con esta división de alternativas estamos descartando que no se sepa debido a verguenza/miedo etcetcetc)
* Leer entrada anterior

Supongamos que esa sensación es recíproca. Generalmente en este caso no debería haber problema alguno, pero... ¿y si hay más personas implicadas? ¿y si las cosas no son tan sencillas como deberían serlo?
Pues en este caso la cosa se complica, teniendo que elegir (de nuevo), entre la empatía y "solidaridad" o egoísmo, y creedme, hay más gente de la que parece que aboga por la segunda opción.

¿Acaso compensa un rato de placer el sentimiento egoísta y egocéntrico?

PD: ¡¡Cuántas decisiones!!

martes, 25 de enero de 2011

Y si...

Hay que tener narices para decirle a alguien, que sabes que probablemente no te corresponderá, que te gusta. ¿Verdad?

Es algo que nos da mucho miedo, el sentirnos rechazados o la verguenza del momento. La sensación de imaginarte el discurso que darás, con mil y una variantes, o los gestos (sólo improvisados por los más valientes), para quitarte esa "espinita", pero que más bien parece un arpón clavándose.

El poner en una balanza los pros y contras, autoconvenciéndote para dar más peso a los contras. Pero claro, ¿y si sale bien? ¿y si no?, ¿y si la otra persona siente lo mismo? ¿y si no?, ¿y si merece la pena? ¿y si no?, ¿y si realmente no es para tanto el momento? ¿y si no? Y si, y si y si...

Bien es cierto que hay cosas que con el tiempo pesan, y se transforman en una carga que hay que llevar encima, por lo tanto he llegado a la conclusión de que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. 
Sí, hay que encontrar el momento adecuado, pero vete a saber, igual el sentimiento Y si... es mutuo. 

Por intentarlo, que no quede.

Arriesgarse es perderse un poco. No arriesgarse es perderlo todo.