viernes, 18 de febrero de 2011

Oreos bañadas con chocolate blanco

Descubro un extraño bultito en mi axila. Voy al médico y me dice que parece sospechoso y que es necesario hacer una biopsia. Después de esperar durante una semana los resultados, se descubre que el tumor es benigno.

Pasaré uno de los días más maravillosos de mi vida y festejaré con mis seres queridos mi rebosante salud...

Éste es el absurdo. Un día antes de descubrir el tumor, yo no estaba ni un poquito más sano que el día en que el médico me confirmó que el tumor era benigno. Nada ha cambiado en mí, y es evidente que el paisaje es el mismo. Pero los ojos que miran el horizonte, si, ellos han cambiado.