viernes, 11 de marzo de 2011

Cuatro palabras

Todo estaba gris y frío. De pronto, algo se iluminó mediante palabras acompañadas de una sonrisa: “Sabes que estoy aquí”. Junto a una cálida mano en el hombro y un regaliz de esos que suben el ánimo a cualquiera.

En cuestión de segundos su solitario mundo se tuvo que ampliar para hacer sitio a otra persona, porque eso es lo bueno de estas cuatro palabras, que tienen la capacidad de estirar nuestro universo como una goma, dejando sitio siempre para alguien más.